Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1869-1871 (Cortes Constituyentes de 1869 a 1871)
Sesión: 16 de junio de 1869
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Respuesta al Sr. Figueras. Respuesta al Sr. Rebullida
Número y páginas del Diario de Sesiones: 101, 2.786, 2.787
Tema: Manifestación republicana en Tarragona. Juramento a la Constitución de las corporaciones populares

El Sr. Ministro de la GOBERNACIÓN (Sagasta): Como contestación al Sr. Figueras debo decir que no conocía el bando del gobernador de Tarragona que el Sr. Figueras me lo, ha dado a conocer, y que yo desde aquí le mando mis plácemes al gobernador de Tarragona por lo perfectamente que ha interpretado la Constitución del, Estado y la circular del Ministro de la Gobernación.

El gobernador de Tarragona ni ningún gobernador puede tomar medidas preventivas para mancillar, cohibir ni coartar en nada los derechos individuales; pero el gobernador de Tarragona, como todos los gobernadores de todas las provincias de España, tienen el deber de impedir todo lo que se haga en son de hostilidad contra la Constitución del Estado. ¿Qué cree el Sr. Figueras? ¿Cree que hay derecho para dar gritos por las calles en contra de forma de gobierno que las Cortes Constituyentes han adoptado, en contra de la forma monárquica? ¿Cree que es hacer uso de un derecho individual consignado en la Constitución el gritar en procesión por las calles, con banderas y pendones: " ¡Viva la república! ¡Abajo la monarquía" Eso es un absurdo. (Varios Sres. Diputados: No, no: sí, sí.) Yo he dicho a los gobernadores sencillamente lo siguiente: todas las formas de gobierno son discutibles el partido republicano puede, por medio de la discusión continuar su propaganda pacíficamente; pero desde ahora en adelante está prohibido todo grito que sea contrario a forma de gobierno que las Cortes Constituyentes han establecido, porque, todo grito que sea contrario a eso un grito subversivo: yo he dicho a los gobernadores " Queda íntegro el derecho de reunión, queda íntegro el derecho de asociación, quedan íntegros todos los derechos que la Constitución señala;" pero no puede ya hacerse lo que ha venido haciéndose mientras hemos estado en el periodo constituyente, que es salir en procesión por las calles con banderas, pendones, faroles y letreros proclamando otra forma de gobierno que no sea la que la Constitución tiene consignada.

Por consiguiente, respondo ahora al Sr. Figueras, sin perjuicio de contestar a lo que S. S. se sirva decir respecto, a la circular que tuve la honra de dar, cuando su señoría o alguno de sus amigos tenga a bien explanar la interpelación anunciada sobre este asunto, contesto a su señoría que yo desde aquí mando mis plácemes al gobernador de Tarragona por lo perfectamente que ha entendido la Constitución del Estado y por lo bien que ha interpretado mi circular sobre el ejercicio do nuestro Código fundamental.

(Hablan el Sr. Figueras, el Sr. Ministro de Guerra Marqués de Castillejos.)

El Sr. Ministro de la GOBERNACIÓN (Sagasta): Y he pedido simplemente la palabra para advertir al Sr. Figueras que entre mis palabras de hoy y mis palabras del otro día no hay contradicción ninguna. Yo dijo el otro día que no haría lo que suelen hacer algunos republicano cuando consiguen el establecimiento de su forma de gobierno, que yo no decía respecto de la monarquía lo que ellos dicen respecto de su forma de gobierno: "la república es indiscutible; " que yo no prohibiría, como ellos, que se discuta la monarquía y que se compare con la: república. (El Sr. Figueras pide la palabra para rectificar.)

Yo dije que no soy de esa escuela, que no soy como esos republicanos. Yo creo que la república y la monarquía son formas de gobierno que deben y pueden discutir pero acatando siempre, respetando siempre la forma de gobierno que la Constitución tiene consignada. Esto dije entonces, esto repito ahora, y repito hoy además, como he dicho antes, que son discutibles las formas de gobierno, que es discutible la república, que es discutible la monarquía [2786] que son discutibles todas las formas de gobierno en la prensa, en el libro, en las reuniones, en las asociaciones; pero de ahí a dar gritos contra la forma de gobierno consignada en la Constitución, hay una grandísima diferencia, y esta diferencia es la que no quiero que se salve y esta diferencia es la que en adelante no se salvará.

Yo digo, en fin, que todo culto público como exterior a otro forma de gobierno que no sea la Constitución o la determinada en la Constitución del Estado, un acto de hostilidad contra esta Constitución; que la proclamación de toda forma de gobierno que no sea la consignada en nuestra ley fundamental, de esa manera exterior, pública y ruidosa, con banderas y con gritos por calles, yendo en procesión, es un acto de hostilidad, es acto subversivo contra la Constitución del Estado; porque de esto, señores, a la discusión, a la polémica, a la propaganda pacífica, hay una grandísima distancia, hay abismo que no lo he visto salvar en un país a ningún partido político, porque no conozco ningún país en que eso suceda ni lo conocen los republicanos de España. Pues qué ¿acaso en los Estados Unidos se permitiría, Sres. Diputados que se saliera por las calles en procesiones y con bandas pidiendo el imperio o gritando viva la monarquía! ¿Por dónde se había de permitir eso? ¿Acaso conocen señores Diputados algún país del mundo en que eso se permita y se consienta? (El Sr. Figueras: Sí.) Pues yo digo al Sr. Figueras que no, fuera de los periodos constituyentes en que todo está en tela de juicio y todo se combate se defiende con métodos y formas que no pueden aceptarse en los periodos constituidos.

Yo ha recorrido todos los países de Europa; he visto como en alguno de ellos se hace uso de la libertad: recuerdo perfectamente los meetings ingleses, donde se discute todo, donde se protesta contra todo lo que pueda coartar la libertad de 100 individuos y aminorar los derechos individuales; pero ha visto, en medio de aquel pueblo libre, en medio de aquellos hombres que discuten todo, grandísimo respeto a la institución monárquica, que es la forma de gobierno consignada en la Constitución de aquel pueblo.

He visto más: Y es que en medio de la exacerbación de aquellos meetings y del calor de las pasiones de los que a ellos concurren, cuando se cita, no ya a la institución monárquica, sino la persona del monarca, aquellos ciudadanos que discuten todo, aquellos hombres libres, muchos de ellos republicanos, se descubren la cabeza y saludan respetuosamente a la institución monárquica en la persona del monarca. Eso es lo que se llama respetar y acatar los preceptos constitucionales, siquiera no se acepten. Pero venimos aquí todos los días diciendo que no se respetan y acatan los preceptos constitucionales, y sin embargo, pretender que se proclame públicamente otra forma de gobierno que la establecida por la Constitución, y que se diga por las calles, a gritos, llevando pendones, enseñas y banderas: "¡abajo la monarquía!, ¡Viva la república!" eso no es respetar, no es acatar, eso es ultrajar la forma constitucional, eso es ponerse en abierta hostilidad contra la ley fundamental del Estado, que todos los ciudadanos deben cumplir y respetar.

El Sr. Ministro de la GOBERNACIÓN (Sagasta): El Poder ejecutivo piensa que deben jurar la Constitución del Estado todos los individuos y todas las corporaciones que ejercen mando, autoridad o jurisdicción.



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